Origen
El apio es originario de las zonas Mediterráneas y también de las zonas del Caucas y Himalaia. Ya se conocía en Egipto, pero no fue hasta en la Edad Media que se empezó a usar como hortaliza.
Cultivo
1. Tierra y fertilización
Prefiere tierras frescas y húmedas, ricas en humus y nutrientes. Por lo tanto, conviene abonar bien.
2. Siembra
En semillero sombreado de tierra muy fina enterrando la semilla 4 mm.
3. Trasplante
Cuando la planta tiene 20 cm de altura podemos transplantarla.
4. Mantenimiento
Se van cortando las hojas a medida que las necesitamos.
5. Consejos
Se aconseja aplicar 2 cm de compost sobre la tierra alrededor de las matas. Como es una planta de gran volumen, para el consumo familiar nos bastará con tres o cuatro plantas.
Plagas
Los pugones y hongos en las hojas son habituales en los apios.
Asociaciones
Se pueden cultivar los apios con las coles. Esta asociación protege a la col de la mariposa, y al apio de los pugones, chinches, la mosca del apio y la mosca de la zanahoria. También se puede cultivar con guisantes, judías, pepinos, puerros y tomates. Es mejor no cultivar el apio juntamente con el maíz, las patatas y las zanahorias.
Propiedades
El apio tiene un alto contenido de fibra, vitaminas (C), ácido fólico y minerales (potasio, sodio y calcio). Es considerado un buen diurético debido al alto porcentaje de agua y ayuda a eliminar impurezas.También contiene substancias anticancerígenas. Además disminuye las enfermedades hepáticas, combate las infecciones y mejora la memoria. En uso externo se comporta como cicatrizante.