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En estas fechas en que muchos piensan en la Navidad, los principales agentes del sector del golf en todo el país piensan ya en la primavera —vacuna incluida— como fecha para la recuperación de una actividad que es mucho más que un deporte y que genera miles de millones de euros y de empleos en España, principal destino del mundo del sector.
Nuestro país es el lugar preferido por los europeos amantes del golf debido a su clima y cultura. No en vano, son más de 1,2 millones de turistas —especialmente de la UE— los que se suman cada año a practicar golf en España junto a los cerca de 300.000 jugadores nacionales federados.
En total, son unos 450 los campos existentes en toda España, de los que Andalucía concentra en torno a un centenar, el doble que Castilla y León o Cataluña y triplicando los de la Comunidad Valenciana. La mayor parte de ellos se sitúa en la Costa del Sol (el 75%).
Sin embargo, más allá de la facturación de estos campos de golf, el sector tiene un altísimo impacto económico en el entorno donde se ubica. Esa es la principal conclusión de un informe que ha elaborado IE Business School por encargo de la Asociación Española de Campos de Golf (AECG) y la Real Federación Española de Club de Golf (RFEG).
Andalucía lidera la clasificación de ingresos por el turismo del golf, y gran parte de este liderazgo no corresponde al gasto en los propios campos de golf sino a la capacidad de importación de capital extranjero que supone esta industria. Los campos andaluces facturan un 27,9% del total nacional (216,79 millones de euros).
El impacto económico global del golf y su turismo en Andalucía es mucho mayor que la riqueza que generan directamente los propios campos. En concreto, en esta comunidad, mueven un total de 5.426 millones de euros, lo que supone el 42,5% de lo que generan en el conjunto del país, 12.769 millones.
Además, nueve de cada 10 euros del gasto del turista del golf benefician a otros proveedores de servicios y subsectores turísticos, evidenciando su potencial como catalizador de la actividad económica en Andalucía (siete de cada ocho, en el caso nacional).
El golf andaluz también es un importante generador de empleo: más de 52.000 puestos de trabajo anuales tras sumar los producidos directamente por los campos de golf (4.452 empleos) y los que corresponden al turismo de golf, que suponen un total de 47.646 empleos, directos, indirectos e inducidos. El sector presume además de incrementar la calidad del empleo, puesto que el 95% de los contratos en los campos de golf son indefinidos y el 94%, a jornada completa. A nivel nacional, el sector y su entorno generan 121.393 empleos, de los cuales 14.276 son creados por los propios campos de golf.
La capacidad del golf como importador de capitales del extranjero, tanto para la actividad turística como para la inversión en segundas residencias, junto con la gran distribución de los ingresos del turismo entre numerosas empresas, pymes y autónomos, hace que el turismo de golf sea clave en la recuperación económica de la crisis derivada del covid-19.
Uno de los datos más llamativos del informe es que el golf atrae una gran inversión internacional en segundas residencias
Uno de los datos más llamativos del informe es que el golf atrae una gran inversión internacional en segundas residencias, con un valor total de 41.937 millones de euros a nivel nacional. Así, más de 283.000 turistas de golf son propietarios de una vivienda en propiedad en España. Unos 100.000 de esos inmuebles se concentran en Andalucía —especialmente, la Costa del Sol—, donde la inversión alcanza los 15.000 millones de euros.
Todos estos datos fueron presentados hace unos días en el Real Club de Golf de Guadalmina, Marbella (Málaga), en un acto en el que participaron el vicepresidente y consejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Juan Marín, y el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, entre otros.
Los anfitriones destacaron que el golf es “una industria que puede resultar fundamental para ayudar a la recuperación de la economía tras la pandemia del covid-19”. La presidenta de la Asociación Española de Campos de Golf, Claudia Hernández, recordó que, a pesar de todos los datos positivos que refleja el informe, “el 57% de los campos no son rentables, debido a los elevados gastos fijos y a la alta fiscalidad que soportan, perdiendo valor competitivo a nivel mundial”.
Por ello, consideró “necesario disponer de herramientas adecuadas comunes al resto del sector turístico. En este sentido, es más necesaria que nunca la aplicación al golf del tipo reducido del IVA común al resto del sector, y ello para mantener la competitividad y posición de liderazgo del destino de golf andaluz en Europa”.
Por su parte, el presidente de la Real Federación Española de Golf, Gonzaga Escauriaza, recordó que “el golf tiene una larga tradición en España y es un activo que es vital defender, no solo por razones deportivas —que también—, sino por el impacto económico, por el empleo que genera, por la salud que aporta a quienes lo practican y porque es una actividad idónea en tiempos en que se prima la distancia social”.
Simplificación administrativa
A este renacer del golf puede ayudar también la entrada en vigor del Decreto de Simplificación Administrativa que se aprobó el pasado mes de marzo, que reduce o elimina hasta 100 trámites y más de 26 normas (decretos y leyes), entre ellos, la obligatoriedad de que los campos de golf fueran aprobados por la Junta a través de una Declaración de Interés Turístico.
El Gobierno autonómico intentó poner freno en 2008 a los desmanes del 'boom' inmobiliario, con la construcción desenfrenada de campos de golf ligados a urbanizaciones, y creó esa controvertida figura. El problema es que los requisitos requeridos para ser aprobados son de tan difícil alcance que desde entonces no se ha aprobado ninguno y se ha espantado a los inversores del sector. Según reconoció el propio vicepresidente andaluz hace unos meses, en esta última década, no se ha construido ni un campo de golf en Andalucía. Hubo 44 solicitudes para 33 proyectos, se aprobaron tres y no se construyó ninguno.
Ahora, esas inversiones dependen de las licencias municipales y de la preceptiva declaración de impacto ambiental que tiene que conceder la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta.
En este sentido, la presidenta de los campos de golf españoles, Claudia Hernández, se muestra a El Confidencial esperanzada en el futuro de estas instalaciones y recuerda que esas prácticas “han quedado muy atrás”. Como ejemplo, señala que “el golf es una actividad saludable, segura frente al covid-19, y comprometida con el medioambiente. El 88% de las sociedades dispone de sistema de ahorro del agua para el riego y el 70% riega con agua regenerada”.
Por ello, cree que “es un error intentar demonizar un sector que genera nueve veces lo que recibe y que atrae un turismo desestacionalizado, ya que su temporada alta es primavera y otoño”.
Fuente: El Confidencial
https://www.elconfidencial.com/espana/andalucia/2020-12-09/el-golf-busca-su-reactivacion-para-apuntalar-121-000-empleos-en-espana_2863588/?utm_source=whatsapp&utm_medium=social&utm_campaign=BotoneraWeb